Bruce Springsteen, aquella emoción hoy perdida, la herencia del Boss...Temperance League - "Rock & Roll Dreams", 2014.


Ocurre siempre, pero últimamente el tema ha ido en aumento, cada vez que ve la luz un nuevo disco de Bruce Springsteen se desata un vendaval de comentarios en torno a la noticia, y es que un nuevo movimiento discográfico del de New Jersey lleva adherido a él no solo los lógicos y en muchos casos, enriquecedores comentarios musicales a propósito de la calidad o pretensiones del trabajo, no, no es eso únicamente, se termina hablando del personaje, si sus valores personales que tan evidéntemente plasma en sus discos son reales o meros señuelos para su permanencia en el vértice superior de la pirámide mediatica, si la pretensión de las composiciones es adecuada a su edad, si se pretende crear desde los controles temas que poder adaptar al directo de forma expectacular con la, casi, única pretensión de mantener el "Show Must Go On" que permite el transito y amontonamiento de dinero a repartir entre muchos.
Se discute si tal o cual lanzamiento es coherente con los años del autor, si no es hora de que el Boss desarrolle su carrera en uno u otro contexto...en fin, una cantidad de opiniones, criticas y debates que nadie, y creo sinceramente que nadie en el mundo es capaz de levantar únicamente por el hecho de poner en la calle una nueva colección de canciones.
No he hecho apenas comentarios sobre los últimos discos del Boss, en este espacio no han sido reseñados ninguno de los últimos discos de Springsteen y los comentarios que arrastra su figura tampoco han sido tratados en profundidad. Eso no quiere decir que huya de la ineludible polémica que posicionarse a este respecto lleva consigo, no tengo inconveniente en decir lo que pienso que es una perogrullada mil veces impuesta pero, entiendo innegable: El último gran disco de Bruce es "Tunel of Love" de 1987, a partir de ahí da comienzo un declive artístico del rockero de los jeans evidente, del que no es ajeno su último lanzamiento, lo mas flojo de su producción en mi opinión desde "Human Touch" de 1992.
Por tanto me mojaré un poco hoy que me he levantado con el cuerpo de jota.

Yo trago con que Bruce es como parece que es, me lo creo, lo digo con total sinceridad, y pienso que su directo sigue manteniendo la misma intensidad de hace 35 años, tampoco tengo dudas sobre su entrega, la fidelidad a unas ideas que mantiene hace años y el compromiso que conserva vivo a pesar de algún disgusto, no me cabe duda respecto a esto.
Lo peor en mi opinión, además del evidente descenso en la calidad de sus canciones, no le escuchamos un tema merecedor de convertirse en himno que haga fortín en las memorias y corazones de las nuevas generaciones, y estas lo merecen por fidelidad y amor al Boss tanto como nosotros, hablo de un himno contemporáneo al paso de estos jovenes seguidores de Springsteen por el mundo, de un paso paralelo en el tiempo a la vida y la carrera de artista y fan.
Pero decía, lo peor es la perdida de identificación entre lo que los discos transmiten e inyectan en mi hoy, y lo que inoculaban hace 20 años, no se si es debido al sonido, a las melodías o a la producción de los últimos álbunes, pero hay algo en...como decirlo, en la cualidad física del sonido que no penetra en mi y se pone a jugar al gato y el ratón con  mis terminaciones nerviosas, no hace que se enerve la piel de mi corazón en una suerte de carne de gallina, no hace que mis neuronas bailen con lágrimas en los ojos como antaño...Bruce hace ya muchos discos, da igual los años, que no me emociona.

Algo parecido,confieso que me ocurre con los Stones desde que da el último suspiro el "Waitting on A Friend" de aquel lejano "Tattoo You" en el que nos encontramos por última vez el agonizante sonido Stones, tan agonizante estaba que no llego con vida a "Undercover", y claro, nunca mas resucito.
Sigo siendo fan de Bruce, creo que siempre lo seré, son muchas las cosas que me ha hecho sentir, muchas las veces que en la escucha de su rock lírico, de sus letras sobre héroes urbanos de carne y hueso, han operado en mi las ganas y ansias de soñar, de soñar en protagonizar alguna de aquellas historias o lo que es mejor, escribir alguno de aquellos relatos sobre la vida sencilla y onírica de cualquier joven que esconde debajo de la mesa de billar del salón del barrio unos sueños que no tiene dudas de que están a su alcance, pero que terminan siendo olvidados en aquel billar o perdidos entre los pliegues de la falda de aquella Peggy Sue cuyos labios provocaron una dulce amnesia transformada en himno generacional engendrado por la unión de una guitarra y una armónica...



Hoy no siento este estremecimiento cuando escucho a Bruce, ya no veo al chico de barrio que capitanea con los sueños limpios de juventud por bandera aquella banda de jóvenes que buscan su futuro en un vertiginoso viaje agarrados a sus instrumentos como si fueran los manillares de las motos que les han de llevan al infinito de su onírica y quimérica meta.


Tal vez la edad, la mía y la de Bruce sea la culpable, es posible que simplemente nos hayamos hecho hombres, adultos, conservadores y temerosos de perder esta suerte de rutina que nos da la seguridad que necesitamos para dormir por las noches...eso si, dormir sin soñar, solo dormir, desconectar, dejar de vivir, sufrir y sentir por unas horas de reparador descanso físico.


Pero últimamente he tenido una especie de picazón en la piel de los brazos, el corazón ha pegado algún respingo y la mente ha salido de su cobertizo para unirse a unas cuantas hormonas que desertadas de la madriguera cuartel en la que hace demasiado tiempo viven se han marcado un alegre y sonriente bailecito al ritmo de unos temas como de Bruce, que suenan a aquello que sonaban en los setenta, y también aunque menos en los ochenta...¿Ha vuelto la juventud?, no, lo que ha vuelto es el espíritu con el que nuestra juventud creció hasta convertirse en madurez, ha vuelto aquel sonido de Bruce que nos formo, que nos educo y nos acostumbro, mal-acostrumbro a soñar.


El pero es que no lo encontramos en el último disco de Bruce, ojalá pero no, lo encontramos, yo lo he encontrado al menos en el disco de una banda que lleva aquel sentimiento en las fibras de su sonido, aquel sueño en los recobecos de sus melodías, que llevan a Bruce Springsteen en su corazón, que llevan el legado del Boss en el ADN, hablo de Temperance League, parece que Bruce Springsteen ha confiado su herencia mas íntima y desnuda, una vez perdida la juventud, en la primavera vital de estos cinco tipos de Charlotte que la han depositado en un segundo disco que ¿Sabéis como se titula?..."Rock and Roll Dreams".


Si os ocurre como a mi, y echáis de menos a aquel Bruce de entonces, acercaros a este disco, creo que podéis encontrar algo de aquello y recuperar carnes de gallina y ojos temblorosos de emoción y rock germinal y joven, como aquel que nos daba Bruce...¿Os acordáis?.



Comentarios

  1. de acuerdo contigo al 99'9% de tus opinioes el 0'1 se lo dejo a The Rising que a mi me gusta y mucho

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    1. Te diré bernardo que a mi también me parece su mejor disco en muchos años. saludos.

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  2. Acertadísimas reflexiones querido Addi.¿Sabes?, esa carne de gallina la he recuperado este año con The Wild Feathers, que me tienen loco. Es otro concepto, si, pero frescos, jóvenes y llenos de una energía y una vitalidad que creíamos extinguida.
    Abrazos Máster.

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    1. Pues me pongo con estos The Wild Feathers al momento, no los conozco. si no conoces a temperance League, te los sugiero, son un poco demasiado miméticos con Bruce pero son realmente buenos.
      Buen fin de semana y un abrazo.

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  3. Gran texto compañero, te entiendo y comparto casi todas tus ideas, desde Tunnel Of Love ha hecho grandes canciones, pero no grandes discos. Tomo nota de esegrupo que compentas, punta muy bien. Saludos

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